Desde la profundidad del ser se revela aquello q desea surgir sin más. 
La contemplación, la trasmisión, la percepción, es el don.
 Admira la belleza del entorno con todo detalle y déjate llevar por las sensaciones, allí hallarás la tranquilidad y la paz de tu alma. 
Procura centrar la atención en ti, en tu esencia, en el interior. Es el regalo que podrás donar e irradiar con el paso de la sabiduría, el amor y la voluntad del propósito que adquieras y sepas reconocer.
Fluye a través de ti, emana a través de ti.
Observa los pasos dados y mira adelante con firmeza, dulzura y suavidad. 
El presente, el aquí, el ahora. 
El tiempo se mueve en ti, tú espejo de luz quiere ser observado y mimado. Aprende a restaurar tus emociones y sentimientos es la base del futuro. 
Del futuro sin forma aquí en la tierra, el presente, aquí en ti.

"Ara, portadora de transmisión ancestral"